Perejil de Dúrcal, lentejas de Lobras o garbanzos de Cádiar: Semillas de Granada rumbo al Arca de Noé de Svalbard

Un equipo de científicos ha seleccionado un millar de variedades vegetales de España, entre las que hay una treintena de especies de Granada, para su depósito en el Banco Mundial de Semillas.

Hace seis años, comenzó un trabajo intenso y meticuloso que ha culminado recientemente. Un equipo de investigadores del Centro de Recursos Fitogenéticos del INIA-CSIC ha seleccionado un millar variedades vegetales de la colección nacional que serán depositadas en el Banco Mundial de Semillas de Svalbard (Noruega), la remota infraestructura científica que atesora la mayor colección de seguridad de la biodiversidad agrícola global, que salvaguarda la base de la alimentación mundial. De este millar de semillas seleccionadas a lo largo de estos años, una treintena son de especies que se cultivan en Granada, en municipios como Moclín, Puebla de Don Fadrique o Alhama de Granada, entre otros. Ahora están representados en esta infraestructura científica también conocida de forma quizá un poco dramática como Cúpula del Fin del Mundo o Arca de Noé vegetal.

Por primera vez, esta instalación remota incorporará variedades procedentes de España, y también es la primera vez que llegarán muestras de Granada. El Banco de Semillas de Svalbard es una infraestructura científica mundial que se encuentra en un isla del archipiélago ártico del mismo nombre. Guarda más de un millón de muestras de semillas de diferentes cultivos de casi todos los países del mundo, por lo que es la mayor colección de biodiversidad agrícola.

«Este material, también conocido como recursos fitogenéticos, constituye la base de casi todos nuestra alimentación», explica Luis Guasch, investigador del INIA-CSIC y director del Centro de Recursos Fitogenéticos del instituto en declaraciones recogidas por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en un comunicado. Guasch detalla sobre los recursos de la provincia de Granada que se han recogido para su envío a Noruega que «son en su mayoría cultivadas o sus parientes silvestres como el Aegilops pariente del trigo, puesto que el objetivo es alimentación». El investigador también señala las especies enviadas desde Granada: desde la lenteja moruna de Lobras al tomate de caqui de Ugíjar, la selección es un viaje vegetal por la provincia.

Las semillas de Granada que se enviarán a Noruega

  • Tricium avestivum de Moclín
  • Judía de cuarenta días de Puebla de Don Fadrique
  • Yero de Albuñán
  • Yero de Montejícar
  • Rubio de Chimeneas
  • Chicharo de Chimeneas
  • Garbanzo negro de Cádiar
  • Yero de Ugíjar
  • Yero de Galera
  • Aegilops geniculata de Alhama de Granada
  • Lechuga de todo el año de Güéjar Sierra
  • Lenteja negra de Jerez del Marquesado
  • Lenteja moruna de Lobras
  • Figuelo de Ugíjar
  • Moruna de Torvizcón
  • Yero de Castilléjar
  • Maíz de Castilléjar
  • Habichuela de gancho de Quéntar
  • Maíz del terreno de Huétor Santillán
  • Lechuga malagueña de Huétor Tájar
  • Maíz castellano de Alhama de Granada
  • Perejil de Dúrcal
  • Mocha roja de Nigüelas
  • Lechuga del país de Galera
  • Maíz blanco de Cortes de Baza
  • Habichuela de Juviles
  • Perejil de Lobras
  • Lechuga de verano de Lobras
  • Panizo blanco de Castril
  • Panizo rastrojero de Castril
  • Yero de Guadix
  • Yero de Jérez del Marquesado
  • Yero de Puebla de Don Fadrique
  • Yero de Granada
  • Helianthus annuus de Granada
  • Aegilops geniculata de Morelábor
  • Triticum turgidum de Baza

Según se señaló recientemente en un comunicado, las primeras 1.080 variedades españolas ya están preparadas en congeladores del INIA-CSIC. De ellas, 300 son cereales de invierno, 114 de las cuales corresponden a trigos; 510 son leguminosas, de las que 189 son judías; 200 son hortícolas, 81 de ellas tomates; y 108 variedades de maíces», asegura Guasch.

El periodo de duración del depósito suele ser de diez años renovables. El plan de depósito de las muestras de la colección base del Centro de Recursos Fitogenéticos se inició hace más de seis años, un proyecto que siguió unos protocolos de trabajo minuciosos, ya que para que las muestras sean recientes y se conserven viables durante el mayor tiempo posible, quizá cientos de años, se requiere su multiplicación en el campo en las condiciones adecuadas, sin cruces ni mezclas con otras variedades, manteniendo la identidad de las variedades.

El proyecto está auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la organización internacional Global Crop Diversity Trust (CROP Trust), la Fundación Bill y Melinda Gates y el Gobierno de Noruega, que ha hecho de la instalación un compromiso con la conservación de los recursos fitogenéticos con vistas a poder hacer frente en caso de necesidad a los desafíos planteados por el cambio climático y otras posibles amenazas globales. El sistema español de conservación de recursos fitogenéticos establecido por la Ley 30/2006, de 26 de julio, de semillas y plantas de vivero, se basa en un sistema de duplicados o copias de seguridad de las colecciones activas o de intercambio, recoge en un comunicado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

El Centro de Recursos Fitogenéticos del INIA-CSIC es el encargado de la conservación a largo plazo de las entradas o variedades en forma de semilla. «Su objetivo es mantener las semillas vivas, por lo que se establecen ensayos periódicos que monitorizan su viabilidad, tanto en la colección de seguridad del Centro de Recursos Fitogenéticos como en el resto de bancos españoles y, llegado el caso, se procede a su multiplicación o regeneración en el campo», indica Guasch.

El envío de parte de la colección de semillas a la Cúpula de Svalbard no supone una sustitución de este sistema de seguridad, sino que constituye un mecanismo de protección adicional. «Sólo una vez ha hecho falta recurrir al banco de Svalvard para solicitar semillas, con ocasión de regenerar las muestras del banco que existía en Siria, el ICARDA, que fue destruido por la guerra«, recuerda Guasch.

Más de 89 depositarios ya han enviado sus muestras a Svalbard , entre ellos se encuentran los centros internacionales de conservación vinculados a la FAO, los grandes países y la gran mayoría de estados europeos. España realizó en el momento del establecimiento de la Cúpula de Svalbard una aportación económica extraordinaria a la FAO, a través de la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica (MAEC), y esta es la primera vez que envía semillas. Según subraya el CSIC, este acuerdo liderado por el INIA-CSIC muestra el compromiso de España en la conservación de la biodiversidad y subraya las acciones que se realizan en el CRF para mejorar la resiliencia de los sistemas agrícolas y su capacidad de adaptación al cambio climático.

Perejil de Dúrcal, lentejas de Lobras o garbanzos de Cádiar: Semillas de Granada rumbo al Arca de Noé de Svalbard

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