Molinos de Dúrcal


Es importante destacar los numerosos Molinos que son de una tipología habitual dada la presencia de agua en la zona. Su atractivo es tanto arquitectónico como natural, porque se localizan en un paraje de vegetación abundante, con numerosas acequias y arroyos.

Tabla de contenidos

La mayoría de los molinos son del s. XVIII y utilizaban la fuerza del agua para la molienda del grano.

Actualmente, algunos han sido rehabilitados y cumplen funciones tan diversas como restaurante, granja-escuela o fábrica de productos biológicos.

Ruta de los Molinos

Iniciamos el paseo desde el Barrio de la Estación, llamado así porque antiguamente se encontraba la Estación del Tranvía que cubría la comunicación Dúrcal-Granada.

Tomaremos la Calle Calvario que desciende por detrás del Parque de la Estación con dirección al Río Dúrcal, pasando bajo el Puente del Cable, llamado así por un antiguo cable aéreo que transportaba mercancías entre Dúrcal y Motril.

A partir de este punto podremos disfrutar de un camino donde el verdor de la vegetación, los campos de cultivo y el sonido de las aguas nos irán acompañando durante nuestro recorrido. En un primer momento encontraremos el Lavadero de las Fuentes.

Los molinos que encontraremos en el pueblo de Dúrcal se ubican el antiguo Camino Real que unía Granada y la costa. Eran de harina y fueron construidos en el s. XVIII. Se encuentran rehabilitados y algunos son utilizados para otros fines, muestra de ellos es el Restaurante El Molino, Museo de la Cocina Tradicional Andaluza. En su interior se conservan herramientas y la maquinaria que este molino usaba cuando estaba en funcionamiento.

Una vez en la ribera del Río Dúrcal encontraremos un pequeño puente bajo el que hace algún tiempo pasaba el río. Los lugareños lo llaman Puente Romano aunque se cree que es de origen musulmán.

Tras cruzar el Puente Romano cruzaremos el río por un pequeño puente de madera que nos situará en el camino que va a otro antiguo molino que en la actualidad cumple las funciones de granja-escuela y alojamiento rural.

Para continuar el paseo, retrocederemos hasta el Puente Romano. Desde este punto y en dirección al Puente de Lata nos adentraremos en una senda, a la margen derecha del río, donde podremos disfrutar de una sugerente y atractiva vegetación que se encuentra en la ribera de dicho río, como en los alrededores de la senda.

Siguiendo la senda llegaremos a Bio-Dúrcal, molino transformado en fábrica de productos biológicos que también cuenta con hotel rural y restaurante.

En este punto tendremos dos opciones: realizar el paseo a la inversa llegando de nuevo al punto de salida o bien continuar el camino y subir la vereda que nos levará a la antigua N-323 donde encontraremos el Pilar del Mono, lugar ideal para beber agua fresca y observar el río desde otra panorámica.

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