Tres paisanos durcaleños de la Granada islámica


De la época islámica de Dúrcal se han encontrado documentadas tres figuras históricas que pertenecían a la localidad de Dúrcal: Ali b. Amad b. al-HachchUmar b. Asha`z al-Murri, Mansur b. Amad b. Abd al-Malik b. Wariz al-Ansari, Abu l-Hasan y Atiq b. al-Hasan b.Ali b. Muhammad b. Qasim b. Muhammad b. Abd Allah b. Said al-Hilali.

Tabla de contenidos

Ali b. Amad b. al-HachchUmar b. Asha`z al-Murri

El primero de estos tres durcaleños que vamos a conocer a través de algunas fuentes históricas árabes y, por tanto, el paisano más antiguo de que tenemos noticia, era, como indica Ibn Zubayr en su obra Kitab silat al-sila:

Ali b. Amad b. al-HachchUmar b. Asha`z al-Murri, de la alquería de Durkar (Dúrcal) perteneciente al Iqlim Garnata (clima o comarca de Granada, el Valle de Lecrín). Era un sabio en recitaciones coránicas y actas notariales, habiéndolo estudiado todo ello con maestros granadinos. Falleció el año 520 (1126 d. C.) de la Hégira y lo menciona al-Mallahi en su obra.

Ibn Zubayr en su obra Kitab silat al-sila

Estos son los pocos datos que conocemos de este antepasado que, al ser una persona notoria, como los que vamos a citar a continuación, mereció que su nombre fuese registrado en las obras biográficas árabes.

Mansur b. Amad b. Abd al-Malik b. Wariz al-Ansari, Abu l-Hasan

En la obra monumental sobre las personalidades ilustres y la historia de Granada, Al-Ihata fi ta´rij Garnata, que compusiese el célebre polígrafo y visir del reino nazarí de Granada del s. XIV y del cual aún quedan algunos versos grabados en los muros de la Alhambra, es decir Lisan al-Din Ibn al-Jatib, natural de Loja y personaje fascinante y complejo por su magna producción escrita y por su vida política, dedica unas líneas a reseñar la biografía de otro durcaleño:

Mansur b. Amad b. Abd al-Malik b. Wariz al-Ansari, Abu l-Hasan, de la alquería de Durkar (Dúrcal), perteneciente al Iqlim al-Ushar (Valle de Lecrín). Fue un experto en resolución de cuestiones jurídicas (masa´il), estudió haciéndose alfaquí (jurisconsulto) así como memorizador de al-Mudawwana (gran compilación de derecho malikí que seguían los juristas andalusíes, en su mayor parte pertenecientes a dicha escuela jurídica, una de las cuatro fundamentales del Islam). Demostró su conocimiento de al-Mudawwana al cadí (juez) AbuAbd Allah Muhammad b. Abd al-Rahim y al cadíAbd Allah b. Malik al-Murri, que fueron sus maestros. Falleció de edad avanzada el año de la Hégira del 577 (1180/1181 d. C.).

Lisan al-Din Ibn al-Jatib

Como vemos los datos biográficos de estos personajes son escuetos, pero al menos se registra su nombre completo, el de sus maestros y su especialidad profesional, lo que permite ampliar en un futuro el conocimiento sobre la vida y el entorno de estos ilustres durcaleños musulmanes a través de la rica historiografía andalusí y árabe de la época.

Atiq b. al-Hasan b.Ali b. Muhammad b. Qasim b. Muhammad b. Abd Allah b. Said al-Hilali

En una tercera fuente histórica hallamos información sobre:

Atiq b. al-Hasan b.Ali b. Muhammad b. Qasim b. Muhammad b. Abd Allah b. Said al-Hilali, granadino, conocido por al-Durkali (literalmente, «el durcaleño»). Estudió con Abu l-Hasan Sahl b. Malik y fue cadí en Almería y, después, en Guadix. Cuando estalló la guerra en Guadix el año 665 (1266/1267 d. C.) de la Hégira, huyó hasta su lugar de origen (Dúrcal), donde permaneció apaciblemente hasta fallecer pasada la noche del 30 de Yumada II del año 684 de la Hégira (1-9-1285 d. C.).

Estas breves líneas nos informan de que al-Durkali ejerció su oficio de juez en ciudades importantes del reino nazarí de Granada y que difundió el nombre de su lugar de origen, al menos, entre los hombres del saber.

Sobre los 3 durcaleños

Interesa resaltar, para terminar, que estos tres personajes de diferentes momentos de la Dúrcal anterior a la caída de Granada, figuran en los anales árabes, como hemos indicado, por su elevado nivel social en la Granada islámica y por sus servicios como cadíes o peritos en leyes y en derecho malikí, lo que nos permite suponer que en Dúrcal, considerada por los mismos anales como alquería o pequeño núcleo de población rural, existían familias de relieve en la Granada islámica, como lo sugieren, además, los propios nombres de los tres personajes reseñados que son de estirpe árabe y, posiblemente, cercanos a la nobleza granadina.

En algunos de estos pasajes históricos, pero sin referirse a los personajes de los que hemos traducido aquí sus biografías, se basó ya Luis Seco de Lucena y Paredes en su obra Topónimos árabes identificados, (Universidad de Granada, 1974, p. 38), para describir el topónimo de Dúrcal, como término arabizado pero más antiguo y sin significado conocido, a pesar de que nosotros en otra ocasión arriesgamos una posible significación, que ahora debemos desdecir.

Es lo mismo que opina la profesora Mª del Carmen Jiménez Mata, La Granada islámica, (Universidad de Granada, 1990, pp. 186-187), que considera el topónimo Dúrcal anterior al Islam y sin significado en árabe. Sí posee un claro sentido, sin embargo, la etimología de Lecrín, que es la castellanización de Iqlim, que en árabe significa distrito o demarcación territorial y que en la Granada islámica definía distintas zonas geográfico-administrativas del reino. En las fuentes árabes aparece con tres variantes: Iqlim Garnata, Iqlim al-Ushar o Iqlim al-qasab. El primero es simplemente, «clima o distrito de Granada», el segundo, es raro en lengua árabe y, aunque aparece en los diccionarios con diversos sentidos posibles, sería demasiado aventurado aceptar alguno, cosa que los propios editores árabes de las fuentes mencionadas no hacen, siendo lo más probable que se trate también de un topónimo antiguo arabizado, el cual, posiblemente, permanece vivo aún en el término «Lújar». En cuanto a la tercera denominación, significa en árabe «distrito de la caña (de azúcar)» y, aunque la profesora Jiménez Mata sugiere que se refiere al Valle como antesala de las plantaciones de caña de la costa, no habría que descartar, sin embargo, el que en época islámica existiesen dichas plantaciones en el propio Valle de Lecrín. En cualquier caso, tales denominaciones del Valle no tenían por qué coincidir siempre entre sí, ni, como es obvio, con el perfil administrativo actual de nuestra comarca.

Hemos conocido, pues, tres nombres propios que arrojan luz sobre un período importante de nuestra historia local y tres puntos de referencia para profundizar en el conocimiento del pasado de Dúrcal y del propio reino de Granada. Tres paisanos durcaleños de hace más de setecientos años, que evocan los dos siglos de máximo esplendor de la Granada nazarí.

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