Dúrcal solicita una moratoria para ordenar el desembarco de las plantas de renovables

Este municipio del Valle quiere una herramienta con la que poder ‘colocar’ estas infraestructuras y preservar también el paisaje del que viven.

El Ayuntamiento de Dúrcal, en el Valle de Lecrín, ha aprobado una iniciativa que enviará a la mesa del Parlamento andaluz por la que pide una moratoria para ganar tiempo en la llegada de las energías renovables a este municipio. El alcalde, Julio Prieto, explica que no están en contra de estas plantas pero que sí necesitan una herramienta para poder ubicarlas en el territorio y que no sufran los paisajes que, ahora mismo, son el patrimonio del que viven.

El alcalde de Dúrcal indica que desde que se cambio la normativa, los ayuntamientos ya no tienen que aprobar un proyecto de actuación para este tipo de instalaciones, que se ponen en suelos rústicos privados y que han perdido la oportunidad de darles el visto bueno. Por eso piden la moratoria. No para tumbar estos proyectos, pero sí para hacer una planificación y repartirlos por el término municipal dentro de una estrategia.

Prieto expone que en su municipio ya hay seis propuestas de plantas de renovables, como fotovoltaicas o parque eólicos y que una de ellas irá situada en la falda de la Sierra, cuando entienden que hay ubicaciones con menos impacto. Por eso, quiere que la Junta suministre este tiempo de margen y puedan modificar el planeamiento para ordenar el desembarco de estas infraestructuras que, además, conllevan otras «para sacar la energía», que también habrá que organizar, según el alcalde de Dúrcal. La petición de esta moratoria es una propuesta a nivel nacional a la que se van sumando municipios y que se espera se adhieran algunos más del Valle de Lecrín. Así lo espera la asociación ‘Di no a las torres’ que se ha sumado a esta petición, preocupada por que las plantas de renovables «crezcan como setas en el campo y haya un boom descontrolado».

La asociación ‘Di no a las torres’ está en contacto con los alcaldes de la zona para que sus ayuntamientos rechacen la instalación de proyectos energéticos sin planificación previa y exijan una regulación autonómica específica que permita que dichas instalaciones, «de gran impacto paisajístico y medioambiental», sean compatibles con el desarrollo sostenible de las zonas y con los sectores agrícolas y turísticos. «En la actualidad asistimos al desarrollo de un boom de estos expedientes auspiciado por la llegada de fondos europeos para la financiación de este tipo de instalaciones», expresa Rosemary Vargas, vicepresidenta de la asociación.

Pérdida de patrimonio

La moratoria en la implantación de «megaplantas de energías renovables en el Valle de Lecrín» es, en la opinión de esta asociación, «el camino más eficaz para impedir la proliferación de proyectos en trámite que conllevan a artificialización de un entorno natural y agrícola al convertirlo en industrial, la pérdida de ingresos y patrimonio, la despoblación, la contaminación electromagnética y constituyen una amenaza a la salud y los bolsillos de los vecinos de la región», señalan desde la entidad.

Algunos de los proyectos que conocen desde la asociación son: cinco parques eólicos y un parque de placas fotovoltaicas en el Suspiro del Moro, que serán «unas 300 hectáreas de placas y una línea 220 que pasa por 200 parcelas en Padul con expropiación», aporta la asociación ‘Di no a las torres’, que piden a los ayuntamientos que utilicen la moratoria como herramienta de protección para la comarca de El Valle de Lecrín.

Dúrcal solicita una moratoria para ordenar el desembarco de las plantas de renovables

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